miércoles, 15 de agosto de 2012

'Brave': Renovando lo clásico, comprendiendo lo añejo


Tan pronto como vi el trailer de esta película me invadieron unas sensaciones más que positivas, sensaciones que se han visto confirmadas con un visionado en pantalla grande. Después de una serie de lo que personalmente considero que son obras maestras del cine de animación ('Ratatouille', 'Wall-E', 'Up' y 'Toy Story 3'), Pixar experimentó un bajón considerable con la relativamente entretenida pero a todas luces mediocre e insustancial 'Cars 2'. Así pues, 'Brave (Indomable)' no lo tenía especialmente difícil para remontar el panorama cualitativo, pero sí para igualarse con las anteriores joyas que encadenó año tras año la compañía fundada por Steve Jobs.

Lo primero que huelga decir sobre este film es una perogrullada, pero allá va: el trabajo de animación es espectacular. No hay detalle sin cuidar al máximo, ni paraje que no deje con la boca abierta incluso al espectador más curtido en maravillas audiovisuales, ni cinta que haya recreado con tantísima precisión aspectos como el movimiento capilar al viento o la interacción de los animales con los seres humanos sin renunciar a una estética cercana a los dibujos animados propios de los cuentos clásicos. En ese sentido, me quito el sombrero múltiples veces ante los responsables del acabado de 'Brave', sin descuidar tampoco a quienes nos han ofrecido gracias a su incalculable esfuerzo una dimensión sonora envolvente que nos introduce de lleno en el universo de la película.


Lo segundo es que el guión, pese a resultar en ocasiones formulista y un tanto previsible (especialmente a partir de los primeros y trepidantes 40 minutos de metraje), es emocionante y está repleto de pequeños detalles que contribuyen a enriquecer la historia que narra: se parte de la clásica y ya arquetípica historia acerca de una princesa/damisela adelantada a su tiempo que quiere romper la tradición establecida y vivir su propia vida sin limitaciones, desafiando el orden establecido y consolidándose como una heroína en toda regla. Sin embargo, aquí hay una gran diferencia: 'Brave' no es una historia de acción. No necesita serlo. Y aquí es donde Pixar marca la diferencia con Disney, por más que ésta última se hiciera con su control: en 'Brave' hay una bruja, un hechizo ancestral y un antagonista que no revelaré, pero no son los elementos que llevan el peso argumental. No hay un antagonista, excepto la incomprensión y la incomunicación que se produce entre generación y generación junto con la impulsividad y el egoísmo propios de la adolescencia. 'Mulan' necesitó una batalla campal, un villano definido e implacable (con su correspondiente enfrentamiento final) y una set piece de corte épico para cerrar el argumento; Pixar ofrece escenas de acción planificadas de forma muy cuidadosa y con cierto sentido de la tensión narrativa, pero el peso del argumento es puramente emocional; se trata de un largometraje repleto de conflicto en el que los personajes tendrán que verse puestos en situaciones extremas y renunciar a su modo de vida establecido para comprenderse mejor los unos a los otros, y para descubrir hasta qué punto se aman y están dispuestos a limar sus diferencias.

Y es que 'Brave' trata sobre cómo perdemos el contacto tanto con nuestras generaciones anteriores (unos padres que buscan lo mejor para nosotros pero que en ocasiones pierden el control de la situación y no saben cómo reaccionar correctamente) como con generaciones posteriores (esos padres que han olvidado cómo se sentían cuando eran jóvenes y que buscan protegernos a cualquier precio, incluso a costa de no dejarnos volar libres). Cuanto más se aferra a esta premisa, mejor película es: sin embargo, el afán de comercialismo (bien impuesto por la productora, bien por la necesidad de recaudar en taquilla y de alargar el metraje) que acaba provocando la forzada y nada necesaria inserción de puntuales gags basados en un slapstick abusivo y en un humor de "mira qué gracioso, salen culos" daña a la cinta, restándole frescura e incluso recordando a los recursos facilones a los que Dreamworks echaría mano en caso de necesidad. Pixar juega en otra liga y, sin duda alguna, tendrían que haber sustituido estas partes por mayores dosis del humor que sí funciona: el humor que viene de la mano de la interacción de Merida con su encantador padre Fergus y con sus imparables hermanitos trillizos. Nos encontramos ante un claro caso de cinta que funciona cuanto más sutil es, pero que por una razón u por otra no se atreve a llegar a la grandeza o simplemente no logra alcanzarla.


Con todo, no consigo comprender el aluvión de críticas que la señalan como floja, insulsa o como una repetición banal de la ya manida fórmula de princesa rebelde, llegando a los extremos absurdos de compararla con cintas a mi juicio aburridas e intrascendentes como 'Encantada' o 'Enredados': pese a que no juega en la misma categoría que 'Wall-E', 'Up' ni 'Toy Story 3', no dudaría en afirmar que 'Brave' es una de las películas emocionalmente más maduras y estructuralmente más coherentes que ha planteado Pixar en los últimos años, resultando concisa y manteniendo siempre al frente el mensaje que pretende transmitir al público (un mensaje que ya viene introducido por el maraviloso cortometraje 'La Luna' de Enrico Casarosa), además de ofreciendo una puesta en escena y un ritmo narrativo que bien podrían haber sido trasladados a una cinta rodada en imagen real sin resentirse lo más mínimo. Sinceramente, en un verano de 2012 en el que dos de las apuestas fuertes han sido un reboot de 'Spider-Man' y un remake de 'Desafío Total', el que Joss Whedon resolvió su (por otro lado, disfrutable) película de un plumazo mediante uno de los Deus Ex Machina más pobres que he visto en mucho tiempo y en el que incluso Christopher Nolan sucumbió a la pereza narrativa a la hora de dar fin a la trilogía del Caballero Oscuro, se agradece mucho encontrar una propuesta fresca que respete la inteligencia del espectador, ofreciéndole algo conocido sin renunciar a su capacidad para sorprender y con ciertas innovaciones puntuales. Al fin y al cabo, de esto trata este film: de cómo reconciliarnos con nuestro pasado sin olvidar que el mundo sigue adelante y que hay cambiar las cosas a nuestra manera. No sé cómo será valorada 'Brave' dentro de la obra de Pixar dentro de unos años, pero ahora mismo no dudaría en ponerla a la misma altura que 'Buscando a Nemo' (una cinta con un mensaje harto similar a ésta), 'Los Increíbles' y la injustamente menospreciada 'Monstruos S.A.'.

Valoración: Muy buena
Valoración de la B.S.O. (Patrick Doyle): 9/10

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