sábado, 20 de noviembre de 2010

"Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1"


Dividido me hallo al acabar de ver la tan esperada primera mitad del desenlace de la saga “Harry Potter”: por un lado, qué diantres, me ha gustado bastante. Por el otro... Esperaba una adaptación con bastante más criterio y ritmo. Me explico: si por algo se caracterizan “La Orden del Fénix” y “El Misterio del Príncipe”, las dos películas de David Yates (director de esta última dupla también), era por saber separar la paja del grano y por ir al meollo con tanta rapidez como fuese posible, creando, a partir de unos libros arrítmicos y mejorables, dos películas con un magnífico tempo narrativo.


“Las Reliquias... Parte 1”, en cambio, pese a comenzar de forma muy loable (combinando con extrema pericia escenas intimistas con una espectacular batalla aérea), se desinfla irremediablemente y sin freno. Se agradece mucho su intento de respetar en todo momento la inteligencia del espectador (tanto lector como no lector de esta saga), de ofrecer un entretenimiento más sustentado en la calidad del guión y en los personajes que en los efectos especiales (que los hay, y muy buenos), de combinar géneros sin que chirríen entre si (desde el thriller de acción hasta la road movie pura y dura)... Pero todos estos esfuerzos caen en saco roto si, aparte de regodearte en escenas que exhasperan por su lentitud, obvias detalles fundamentales que garantizan la coherencia y la comprensión argumental.


Por no hablar de que nombres, más nombres, referencias al material literario y a anteriores entregas y puntos clave de la trama son mencionados a la velocidad de la luz, sin dar tiempo al espectador no iniciado en los libros a que asimile toda esa información recién otorgada. Da la impresión de que esta cinta es más un capítulo de relleno, o un prólogo demasiado largo, que ha intentado cobrar vida propia desde las páginas, fracasando en el intento. Lástima, porque había buen material en el libro para lograrlo, pero es lo que tiene hacer una adaptación a medio gas y con poca pasión.


Con todo, le reconozco bastantes virtudes: una hábil labor de dirección por parte de Yates (tanto en cuanto a actores como en cuanto a planos), un buen trabajo por parte del reparto en general, una magnífica banda sonora de Alexandre Desplat, escenas simplemente cojonudas (desde los primeros 15 minutos hasta el cuento de “Beedle el Bardo”)... A nivel técnico y formal, es una película que debería funcionar a la perfección, pero se ve lastrada por su falta de garra en general. A ver si la segunda parte cambia eso a mejor, porque sería una lástima desperdiciar un material tan bueno como la batalla en Hogwarts.


Lo mejor: Su comienzo, sus buenas intenciones y pasajes ingeniosos como el cuento de “Beedle el Bardo”.


Lo peor: Cojea muy gravemente a nivel de ritmo.


Nota: 6,5/10


Nota de la B.S.O. (Alexandre Desplat): 9/10

lunes, 15 de noviembre de 2010

"Imparable"


Vaya por delante que, aún sin entusiasmarme, la última película de Tony Scott (el hermano flipado del maestro Ridley, que, sin embargo, tiene en su haber pelis muy entretenidas como "Spy Game", "El Fuego de la Venganza", "Déjà Vu", "Marea Roja" y "Enemigo Público", y ese par de joyas que son "El Último Boy Scout" y "Amor a Quemarropa") me ha entretenido y mantenido en tensión en todo momento, en gran medida, gracias a la peculiar forma de dirigir de este buen hombre.

Y es que, pese a que en gran parte de su filmografía sus constantes movimientos de cámara, cortes y cambios de plano, efectos de
flashes e hipersaturación del color resultan más un estorbo que un refuerzo de cara a la historia que está narrando, en esta ocasión, sirven para imprimir un ritmo trepidante a una película que, de otra manera, no pasaría de telefilm de sobremesa para emitir en Antena 3.

Tal es la estupidez de su guión (escrito por ese genio contemporáneo llamado Mark Bomback, sí, el de "La Jungla 4.0.: Te vas a Cagar con nuestros Super Hackers Karatekas"), capaz de recurrir a lo puramente inexplicable (ay, esa palanquita que se mueve sola...) cuando no a lo simplemente absurdo, que podría perfectamente haberse cargado el conjunto. Pero Scott, sabedor de las enormes limitaciones de la historia, decide pasar a toda velocidad por los pasajes más rebuscados y dar mayor importancia a lo mejor del film: la acción.


No en vano, el tren que sirve de antagonista en la historia, con su imponente tamaño y ese primer vagón de color rojo, prácticamente parece un enemigo sobrenatural y desbocado, al estilo del camión de "El Diablo Sobre Ruedas" o del temible escualo de "Tiburón" (ambas dirigidas por Steven Spielberg, lo que nos da a entender que Tony Scott ha pergeñado una cinta más
spielbergiana de lo que parece). Su implacable presencia y los constantes giros y obstáculos de la trama ayudan a que "Imparable" funcione bastante bien como cinta de aventuras clásica, siempre y cuando desconectemos totalmente nuestro cerebrito.

Pero de nada valdría todo esto sin unos protagonistas convincentes, especialmente cuando el 80% de la cinta recae en ellos: Chris Pine está más o menos convincente, pero, sin duda alguna, es engullido por esa bestia parda que es Denzel Washington, uno de los pocos actores de Hollywood capaz de sostener sobre sus hombros y mejorar una película. Da igual que repita tics interpretativos o que siempre ría de forma forzada: al final, sí o sí, estaremos a muerte con él y con su personaje, sufriendo sus desgracias y aplaudiendo sus triunfos.


En conclusión, "Imparable" es entretenida, está bien realizada y, qué demonios, se agradece ver una cinta de acción en la que, pese al frenético estilo marca Tony Scott, te enteras perfectamente de quien es quien y de dónde está cada elemento. Flojea mucho a nivel de guión y de banda sonora (Harry Gregson Williams en piloto automático), pero... Si no sois demasiado exigentes, se lo perdonaréis. Eso sí, dejadla para el DVD mejor, y, si no queréis esperar a "Harry Potter 7", consultad propuestas más interesantes de la cartelera, como "Scott Pilgrim Contra el Mundo", "Bon Appetit" o "Caza a la Espía".


Nota:
5,5/10

Nota de la B.S.O. (Un robot imitando a Harry Gregson Williams):
4/10

sábado, 13 de noviembre de 2010

"Scott Pilgrim contra el Mundo"


La nueva obra de Edgar Wright es, además de una de las más fieles adaptaciones comiqueras de la historia del cine (tan cercana a las viñetas que compite en meticulosidad con films como “300”, “Sin City” y “Watchmen”), un entretenidísimo y espectacular disparate. Así de claro, y dicho en el mejor de los sentidos: a medio entre camino entre frikada sin control y gran ejercicio cinematográfico (en el que reparto, fotografía, dirección, guión, banda sonora y montaje confluyen en perfecta armonía), “Scott Pilgrim contra el Mundo” es una de esas cintas que, si bien no tiene por qué gozar del beneplácito del público mayoritario, se convierte en un gusto adquirido y en una película de culto.


Comedia romántica, videojuego de acción, musical rock... El cóctel de referencias que nos tiene preparada esta cinta es prácticamente ilimitado, y si a esto le sumamos un ritmo narrativo trepidante y una apabullante capacidad para sorprender a lo largo de todo su metraje (no hay batalla que se repita), nos queda, no solo un nerdgasm en toda regla (especialmente para todo aquel que haya leído la obra original de Brian Lee O’Malley), sino una cinta entretenidísima y realizada con muchísimo cariño y dedicación.


En gran medida, la película funciona gracias, no solo a su desquiciante y comiquero estilo visual (que traspasa las limitaciones de su formato para trascender por encima de éste), sino a un eficacísimo y calculado libreto (obra del propio Wright y Michael Bacall) que gradúa con sorprendente precisión todos sus elementos, géneros y personajes. Y hablando de personajes: la galería de principales y secundarios, pese a su cantidad, es excelente. Absolutamente todos están calcados de las viñetas, perfectamente interpretados, y dotados del suficiente carisma como para que recordemos sus nombres y personalidades al salir del cine, destacando, tanto en sus apariciones como en sus respectivas batallas, los Exnovios Siniestros Lucas Lee, Todd Ingram (el ovolácteovegetariano) y los Gemelos Katayanagi (que, sin articular palabra alguna, nos obsequian con la mejor batalla de la película).


En conjunto, es más arriesgada en su propuesta que “Kick Ass” (de hecho, mayor ha sido su fracaso en taquilla, de hecho, ya que su presupuesto fue más cuantioso, y su recaudación resultó algo menor), pero supera el riesgo con nota y es de visionado muy recomendable, sino directamente obligatorio. Si tuviera que achacarle algo, podría decir (y el espectador medio lo acusará) que su ritmo decae algo a media película. Pero, si tenéis ganas de algo distinto y menos visto, echadle un vistazo, y, si podéis y os quedáis con ganas de más, volved a verla: os aseguro que con un segundo visionado gana muchísimo.


Por cierto, un consejo: nada de verla doblada al castellano (la mayoría de sus diálogos y juegos de palabras solamente tienen sentido escuchados en su idioma nativo).


Valoración: 8,5/10


Nota de la B.S.O. (Nigel Godrich): 8/10

sábado, 6 de noviembre de 2010

"Los Próximos Tres Días": Echad un vistazo a lo nuevo de Russell Crowe



Desde la distribuidora Tripictures, han hecho llegar a Noche de Cine, varias capturas y más material publicitario de la nueva película de Paul Haggis ("Crash", "En el Valle de Elah"), protagonizada por Russell Crowe y Elizabeth Banks: "Los Próximos Tres Días".

Este remake de la cinta francesa "Pour Elle" realmente promete, así que os invito a echar un vistazo al poster y al trailer en castellano, subido al portal de Noche de Cine en YouTube:




Para más detalles, consultad la noticia en nuestra web:

http://www.nochedecine.com/index.asp?f=002519

¡Muchas gracias y buen fin de semana!

martes, 2 de noviembre de 2010

"La Red Social"


Tras un tiempo sin ratos libres para dedicar a este blog, por fin puedo darle a "La Red Social" una crítica. No me extenderé mucho: sencillamente, no es la película del año. Ese puesto sigue siendo propiedad de "Origen", la única película que realmente ha logrado sorprender y llevar al espectador por terrenos completamente nuevos al mismo tiempo que se revelaba como un peliculón en toda regla. Ni siquiera puedo decir que me haya alucinado tanto como enormes films como "El Escritor", "Shutter Island" o "Toy Story 3".

Y ello viene, principalmente, a que comete el mayor error que podría cometer una película: nunca termina de despegar. Cuando parece que por fin se decide a ir a por todas (concretamente, en la impresionante escena de la regata, donde imagen y sonido se unen en una experiencia única), el director del cotarro (el casi siempre excelente David Fincher) decide volver a ejercer de mero observador, dejando que sea el impresionante guión de Aaron Sorkin ("El Ala Oeste de la Casa Blanca") el que lleve la narración.

La fotografía, el vestuario, un reparto perfectamente escogido y ajustadísimo en sus interpretaciones (la gran sorpresa del año: Justin Timberlake como Sean Parker), los encuadres y movimientos de cámara, el montaje, la notable banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross... Todo en "La Red Social" es milimétrico y funciona con la precisión de un reloj suizo, y, para qué engañaros, me encantó. Salí del cine más que satisfecho, y decir lo contrario sería mentir miserablemente, pero, al mismo tiempo (y es por esto que no acabo de darle un sobresaliente), esperaba algo más: esperaba un clímax, una catarsis o un final en condiciones.

Y es que "La Red Social", pese a su aguda descripción de un amplio y memorable catálogo de personajes y escenas (especial mención para la escena de la creación de Facemash, próximamente ejemplo obligatorio de montaje paralelo en las escuelas de cine que se precien) y su endiablado ritmo, no deja esa sensación que se le queda a uno de haber visto una obra maestra. ¿Que puede darle el Oscar a Fincher al Mejor Director, o a Sorkin al Mejor Guión Adaptado? Claro que sí, pero igual de cierto es que vale mucho la pena pagar los siete euros de rigor por verla en pantalla grande como que saldréis pensando que le faltaron un par de peldaños para ser verdaderamente genial.

Aún así, muy recomendable.

Nota: 8/10